

así que se dirige donde el último
señor que esta realizando la fila
y le pregunta ¿señor me podría prestar una pluma?
El
mexicano lo mira con asombro e inmediatamente se escucha un estruendo en la
sala silenciosa del banco comenzando a expandirse un olor nefasto sobre todo el
ambiente.
El colombiano se ríe comprendiendo la diferencia
cultural y de significación del lenguaje así que le explica al mexicano a que refería y obtiene un "bolígrafo"
que es la forma correcta de llamarlo en México y finalmente puede
realizar su transacción.
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